Aquí encontraras la mejor información sobre temas referentes a la actividad turística

jueves, 1 de junio de 2017

Los peligros de exponerse al Sol

Una afección que se presenta con frecuencia entre los que están de vacaciones son las quemaduras solares, producidas por el afán de acelerar la evidencia más visible de las vacaciones, el bronceado. Puesto que los rayos solares son mucho más potentes al mediodía, entre la diez de la mañana y las dos de la tarde, los médicos aconsejan que al comenzar a broncearse entre estas horas no se permanezca más de una hora bajo el sol.

Se ha evidenciado que la exposición a los rayos solares aumenta la incidencia del cáncer de piel. Se dispone de una serie de cremas bronceadoras que actúan como barrera del espectro ultravioleta nocivo. Estas cremas están graduadas según la intensidad de su acción entre el uno y el quince. Comience utilizando la más fuerte y disminuya de forma gradual conforme se vaya bronceando. Las personas de piel clara y aquellas susceptibles a las quemaduras deben tomar más precauciones. No sólo interesa protegerse contra la molestia que supone una quemadura sino también intentar protegerse frente a una afección grave más tarde.

La quemadura solar es similar a la que produce el fuego, que no debe ser tratada a la ligera. Al igual que otras quemaduras, ésta puede tratarse poniendo la parte afectada en remojo en agua fría o bien aplicando compresas húmedas frías. Beber líquidos es muy conveniente, ya que ayuda a diluir las sustancias tóxicas que la quemadura libera en la corriente sanguínea.

EL AGOTAMIENTO POR CALOR

Las reacciones graves que se producen como consecuencia de la exposición al sol y del calor excesivo son: el agotamiento, los calambres y el golpe de calor. Los síntomas del agotamiento por calor incluyen sudoración, deshidratación, debilidad, vértigo y por último shock. Los calambres se producen al evolucionar aún más el agotamiento por calor. Los músculos, privados de sal, comienzan a sufrir espasmos. El más grave de todos es el golpe de calor. En este caso el cuerpo no puede seguir manteniendo la temperatura normal. El golpe de calor puede hacer que la temperatura suba por encima de 40 °C, con lo que se puede lesionar el cerebro. Se puede disminuir la temperatura del cuerpo colocando bolsas de hielo en la frente, toallas o sábanas húmedas alrededor del cuerpo. Bañarse con agua fría puede acelerar el shock. Busque asistencia médica.

EL FACTOR HUMEDAD

La temperatura del aire tiene una influencia evidente sobre la sensación de bienestar y comodidad de una persona. Una temperatura elevada puede ser peligrosa y hasta traumática. Así mismo, la humedad tiene una importancia similar, y también su relación con la temperatura «aparente», que es la sensación que tenemos de lo caliente que está el ambiente y la forma en que respondemos a él. La humedad tiene un efecto importantísimo sobre la temperatura aparente. En el cuadro del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos muestra que una temperatura de 32 °C con un ochenta por ciento de humedad relativa da lugar a una temperatura aparente de 45 °C. Si la humedad asciende al noventa por ciento, la temperatura aparente se eleva a 50 °C. En muchas regiones tropicales y subtropicales no es infrecuente que exista una humedad del noventa por ciento.


El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos advierte que una temperatura aparente superior a  54 °C es extremadamente peligrosa. Puede desencadenarse de forma inminente el golpe de calor o el golpe de sol. Entre los 40 °C y los 54 °C puede producirse el golpe de calor, que se manifiesta con calambres y agotamiento. A una temperatura entre los 32 °C y los 40 °C es más probable que se produzca el golpe de calor, los calambres y el agotamiento tras una larga exposición al sol y después de realizar mucha actividad. La susceptibilidad al estrés por el calor varía con la edad, el estado de salud y el tipo corporal. Los turistas ancianos deben ser muy cautos.

ASOCIACIÓN INTERNACIONAL PARA LA ASISTENCIA MÉDICA A LOS VIAJEROS: IAMAT

Dos millones de viajeros, la mayoría pertenecientes a Estados Unidos y Canadá, son miembros de la Asociación Internacional para Asistencia Médica a los Viajeros (IAMAT), una organización de la que forman parte unos tres mil médicos. Todos los médicos hablan inglés. Se supone que están familiarizados con las técnicas médicas estadounidenses, ya que la mayoría siguen al menos una parte de su formación en ese país.

Ser socio de IAMAT es gratuito y los médicos que pertenecen a esta asociación aplican unas tarifas ya fijadas de antemano. La organización se financia en su mayor parte de las donaciones de sus miembros, las cuales se deducen de los impuestos.

IAMAT, que tiene su oficina central en Nueva York, dispondrá de la historia clínica de un viajero tras su solicitud, diseñada para registrar el estado de salud del individuo y el tratamiento que recibe en el viaje.


Esta organización también proporciona inmunización mundial, gráficos de riesgo de malaria  y series de cartas de climas que cubre 1440 ciudades alrededor de todo el mundo con información sobre la ropa que hay que llevar y las condiciones sanitarias, incluyendo la calidad del agua, la leche y la comida que se puede encontrar en una ciudad determinada. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario