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jueves, 29 de noviembre de 2018

Turismo de Masa

El turismo de masa o turismo masivo, como se le denomina comúnmente, tiene sus inicios a fines del siglo XIX en las regiones industriales de Gran Bretaña, sobre todo en el condado de Lancashire, al oeste de Inglaterra, donde como consecuencia de la racionalización del trabajo y de la idea de que salir de vacaciones era bueno para las personas, ya que les permitía restaurar fuerzas, el hábito de tomar vacaciones en la costa marítima adquirió un gran desarrollo. Poblados enteros se iban de vacaciones y éstas se constituyeron, según Lash y Urry (1998), en “un indicador de la ciudadanía, un derecho a la relajación y el placer”.

Blackpool, situada en la costa del Mar de Irlanda, se especializó en recibir turismo masivo de obreros, se fue posicionando como destino vacacional y para la década de 1930 recibía ya 7 millones de visitantes al año, siendo el lugar de recreo más importante de Gran Bretaña y, probablemente, del mundo, cantidad de visitantes que aun hoy, en pleno siglo XXI, muy pocos centros turísticos de playa han podido alcanzar.

Sin embargo, de acuerdo con los historiadores, el comienzo del turismo de masa organizado se produce en realidad con el inicio de las operaciones de Thomas Cook en 1841, año que es señalado también como el inicio de la modernidad como fenómeno sociológico-geográfico, una de cuyas características son precisamente los cambios producidos en la modalidad de los viajes y el turismo.

Cook introdujo una serie de innovaciones que transformaron los viajes y los convirtieron en una de las actividades más organizadas y racionalizadas de la sociedad. Al respecto, Brendon (1991) menciona que Cook generó “un movimiento de masas de seres humanos que empequeñece las grandes migraciones del pasado y da sustento a la industria más grande del mundo”. Las innovaciones introducidas por Cook contribuyeron al desarrollo, a principios del siglo XX, de lo que se ha denominado “turismo organizado”, que no es más que el turismo masivo, pero ya organizado y manejado profesionalmente.

No es sino hasta la década de los años cincuenta, con la aparición de los aviones jet y la introducción del marketing en la comercialización del turismo, que se producen cambios significativos en el turismo organizado, y éste adopta la forma de “paquetes vacacionales con todo incluido”, en especial en vuelos charter, conocidos como inclusive tour (IT), modalidad que caracteriza hasta el día de hoy al turismo masivo contemporáneo.

Mucho se habla de los efectos negativos que tiene el turismo masivo sobre el medio ambiente, las poblaciones locales y su cultura. Pero muy poco se dice de por qué este tipo de turismo sigue gozando de la preferencia de amplios sectores de la población para sus viajes vacacionales. Es evidente que deben existir algunas ventajas.

En efecto, el turismo organizado y manejado profesionalmente tiene una serie de ventajas que le han permitido tener, y seguir teniendo, gran aceptación por parte de los turistas. Veamos algunas de estas ventajas.

Primera. El turismo masivo organizado “democratizó” al turismo. Antes de que éste existiera el turismo era privilegio de las clases más altas de la sociedad. El turismo organizado hizo posible que personas de las distintas clases sociales pudieran tener acceso a los viajes vacacionales, de acuerdo con sus propias posibilidades económicas, en cualquier época del año.

Segunda. Facilitó las decisiones de viajar al ofrecer paquetes vacacionales totalmente organizados, reduciendo así el riesgo percibido en la compra de los servicios. Las personas saben de antemano la categoría de los hoteles y el tipo de servicio que recibirán en el lugar escogido de vacaciones.

Tercera. Permitió que las personas pudieran conocer el costo total de sus vacaciones antes de iniciar el viaje, eliminando con ello la incertidumbre que caracteriza a los viajes independientes y, por tanto, la tensión que genera en el turista esa preocupación.

Cuarta. Prácticamente eliminó las barreras de los idiomas, al contar los turistas con guías especializados en su propio idioma durante los tours, y con la asistencia prácticamente las 24 horas del día del personal de las empresas receptoras en los destinos turísticos, quienes las asesoran y resuelven los posibles problemas que pueden surgir en los viajes, lo que otorga al turista una gran seguridad durante sus vacaciones.

Quinta. El hecho de que la convivencia con otras personas durante los viajes vacacionales organizados facilita el contacto social y crea lazos de amistad entre los participantes que se extienden más allá del viaje, lo cual difícilmente se puede lograr en los viajes independientes.

Como se ha podido observar, el turismo organizado tiene ventajas indiscutibles para el turista, por lo que todo indica que seguirá contando con la preferencia de la gran mayoría de personas que buscan disfrutar de sus vacaciones, sin problemas relacionados con los arreglos del viaje, seguridad y a un costo acorde con sus posibilidades económicas.

Los efectos negativos que pueda tener el turismo masivo organizado, no pueden ser atribuidos al turismo ni a los turistas, sino a las políticas “desarrollistas” encaradas por los países para obtener sólo beneficios económicos, sin considerar los efectos sociales y culturales relacionados con este tipo de políticas, ni los posibles impactos ambientales resultado de la destrucción de los ecosistemas y el uso descontrolado de los recursos naturales.

1 comentario:

  1. Muy interesante a mi me llama mucho la atención el turismo cultural, que di en esta web https://1cursos.com/f-curso-de-master-de-turismo-cultural quiero de verdad empezar en ello ya que siento que es lo mio.

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